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Primero debes calcular tu huella de CO2. Para ello, te recomendamos que uses esta herramienta que te dirá la cantidad de carbono que emites al año (huella de CO2). Así, podremos saber el número de árboles que necesitas para compensar tus emisiones y la cantidad mínima a invertir.

Cuando consigas reducir tanto tus emisiones que tu saldo de CO2 sea negativo, podrás subastar los bonos de carbono que te sobren a través de Forest Bank. Según el plan que escojas -a 30, 40 o 50 años-, dispondrás de más tiempo para amortizar la inversión de manera directa.

Así, durante la vida de este fondo podrás llegar a ganar dinero. Solo en la primera mitad de 2021, el valor de los bonos de CO2 se multiplicó por 2 en Europa. Además, la rentabilidad está asegurada por la explotación de una parte de los recursos forestales que resultarán de tu bosque, sobre todo, de la madera.

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