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Quieres obtener un certificado de huella de carbono, pero no sabes de cuáles te puedes fiar. La respuesta es bien sencilla: acude a los más oficiales, los emitidos por Miteco o cualquier certificadora acreditada por ENAC y desecha los demás, especialmente si se trata de startups molonas, que te lo hacen todo con Inteligencia Artificial.

La huella de carbono es una medida que cuantifica el total de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente por una empresa, producto, evento o persona. En un mundo cada vez más consciente del cambio climático, conocer y reducir la huella de carbono es clave para empresas de todos los tamaños. 

Ya sea por cumplir con regulaciones, satisfacer las demandas de clientes o aprovechar nuevas oportunidades de financiamiento, medir y certificar la huella de carbono se ha vuelto más importante que nunca. Sin embargo, no todos los certificados de huella de carbono son iguales. Y desde luego, no todos valen.

Con el aumento de la demanda de transparencia y sostenibilidad, ha proliferado la oferta de certificaciones, algunas de las cuales no tienen la validez adecuada. Como muestra, puedes encontrar aquí una guía de todos esos certificados, muchos de un valor dudoso. En este artículo exploraremos cuáles son los únicos estándares en los que puedes confiar para certificar tu huella de carbono de manera creíble.

¿Qué es la huella de carbono?

La huella de carbono se refiere a la cantidad total de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera como resultado de las actividades humanas. Estos gases incluyen dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos de nitrógeno (N2O), entre otros. Se mide en toneladas equivalentes de CO2 y abarca no solo las emisiones directas, como el consumo de combustibles fósiles, sino también las indirectas, que pueden incluir la cadena de suministro de una empresa o el uso de los productos que vende.

Medir la huella de carbono permite a las organizaciones entender mejor su impacto ambiental y tomar decisiones más informadas sobre cómo reducirlo. Además, para muchas empresas, medir y gestionar su huella de carbono es ahora una cuestión de supervivencia en un mercado cada vez más regulado y exigente.

¿Por qué medir la huella de carbono?

Calcular la huella de carbono no solo es una cuestión de responsabilidad ambiental, sino que también puede traer ventajas competitivas y cumplimiento normativo. Existen varias razones por las que medir la huella de carbono puede ser una obligación o una ventaja estratégica para las empresas:

1. Cumplimiento de la Directiva CSRD

La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) es una normativa europea que requiere que las grandes empresas publiquen información sobre cómo sus actividades afectan al medio ambiente. A partir de 2024, estas empresas deberán incluir datos sobre su huella de carbono en sus informes de sostenibilidad. La medición precisa y certificada de la huella de carbono es fundamental para cumplir con esta normativa.

2. Demanda de clientes o distribuidores

Muchos clientes y distribuidores ahora exigen que las empresas con las que trabajan proporcionen datos sobre su huella de carbono. En mercados como el de la alimentación, la moda o la tecnología, la sostenibilidad es un factor determinante en las decisiones de compra. Las empresas que no puedan demostrar una gestión responsable de sus emisiones podrían perder contratos o verse excluidas de la cadena de suministro.

3. Financiación europea

Para acceder a ciertos fondos de la Unión Europea, como los que se otorgan a través del Pacto Verde Europeo, es necesario demostrar una estrategia clara para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto incluye tener una huella de carbono calculada y, en muchos casos, certificada por un organismo acreditado.

4. Participación en licitaciones

En algunos países, ya es obligatorio presentar un informe de huella de carbono para poder participar en licitaciones públicas. Esto aplica tanto a grandes proyectos de infraestructura como a contratos más pequeños, lo que hace que las empresas que quieran trabajar con el sector público necesiten estar preparadas para presentar este tipo de documentación.

¿Cómo debe certificarse la huella de carbono?

Una vez medida la huella de carbono, el siguiente paso es certificarla. La certificación es esencial para garantizar la credibilidad de los datos y, lo que es más importante, para cumplir con las regulaciones o satisfacer las demandas de los stakeholders. Sin embargo, es crucial que esta certificación se realice a través de los estándares correctos, ya que no todos los certificados tienen la misma validez.

A día de hoy, solo dos estándares internacionales tienen verdadera credibilidad para certificar la huella de carbono: el GHG Protocol y la norma ISO 14064. Vamos a profundizar en cada uno de ellos.

Certificación GHG Protocol

El GHG Protocol (Protocolo de Gases de Efecto Invernadero) es un estándar internacionalmente reconocido para la medición y reporte de emisiones de gases de efecto invernadero. Desarrollado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), el GHG Protocol es utilizado por miles de empresas a nivel global.

Una de las principales ventajas del GHG Protocol es que ofrece una metodología clara y aceptada globalmente para calcular la huella de carbono, lo que lo convierte en una opción atractiva, especialmente para empresas internacionales que buscan estandarizar sus reportes en varias jurisdicciones.

Sin embargo, es importante señalar que el GHG Protocol ha pausado su servicio de certificación, lo que ha limitado el número de proveedores de software que pueden ofrecer una certificación basada en este protocolo. Esto hace que las empresas deban tener cuidado al elegir a sus proveedores y asegurarse de que aún cumplen con los requisitos del estándar.

Certificación ISO 14064

El estándar ISO 14064 es otra norma internacional clave para la cuantificación y reporte de emisiones de gases de efecto invernadero. Publicada por la Organización Internacional de Normalización (ISO), esta norma proporciona un marco estructurado para calcular la huella de carbono a nivel corporativo.

El uso de software certificado por ISO 14064 permite a las empresas producir informes de huella de carbono que son aceptados por autoridades gubernamentales y entidades de certificación en todo el mundo. Al igual que el GHG Protocol, este estándar es una opción sólida para las empresas que buscan cumplir con regulaciones o satisfacer las demandas de sus clientes.

¿De qué certificados no te puedes fiar?

Con la creciente demanda de informes de huella de carbono, han surgido numerosas startups y empresas que ofrecen servicios de certificación a bajo costo. Sin embargo, muchas de estas certificaciones de huella de carbono no tienen ninguna validez real. El problema radica en que, en muchos casos, las mismas empresas que ofrecen servicios de consultoría para calcular la huella de carbono son las que emiten los certificados. Esto plantea un claro conflicto de intereses: “ser juez y parte”, como se suele decir.

Este tipo de certificados no solo carecen de credibilidad, sino que también pueden poner en riesgo a la empresa que los utiliza. Las empresas que dependen de estos certificados podrían encontrarse en una situación delicada si una auditoría revela que sus datos no son fiables o si los reguladores no aceptan los informes presentados.

¿Qué opciones tienes para certificar tu huella de carbono de manera válida?

Si quieres certificar tu huella de carbono y asegurarte de que tu informe es válido, solo tienes dos opciones:

  1. Certificación a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO): Esta es la opción más recomendable para las pequeñas y medianas empresas (pymes). El MITECO ofrece un registro oficial y una certificación que es ampliamente reconocida en España.
  2. Certificación a través de una entidad validada por ENAC: La Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) es el organismo encargado de acreditar a las entidades que pueden emitir certificados de huella de carbono. Estas entidades son independientes y están reconocidas tanto a nivel nacional como internacional.

En conclusión, para garantizar la credibilidad y validez de tu huella de carbono, debes asegurarte de trabajar con un organismo acreditado por ENAC o con el MITECO. Cualquier otra certificación carece de valor real y puede generarte más problemas que beneficios. En Forest Bank, podemos ayudarte a gestionar este proceso para asegurar que tu huella de carbono esté correctamente certificada.

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