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Científicos descubren el lenguaje con el que le musgo se comunica mediante un lenguaje químico que ahora apenas se empieza a comprender. Estas plantas briofitas que carecen de circulación pueden parecer simples, pero al igual que el acebo, están protegidas.

El Seprona hace campaña especial de vigilancia en Navidad para evitar que la gente los arranque, bajo multas que van de los 1.000 y 100.000 euros, aunque si se hace en un parque natural pueden llegar hasta los 2000.000 €.

Así que usarlo para tapizar un belén con figuritas de plástico o de porcelana con una buena capa de musgo para darle realismo puede parecer una gran idea, pero desde luego es una que puede atentar contra la Naturaleza. Y no solo por la mencionada prohibición. Y es que apenas acaban de descubrir el lenguaje con el que el musgo se comunica.

Por muchos años que llevemos usando el musgo, como símbolo de la Navidad, así como el muérdago y el acebo -de hecho su empleo no solo se remonta a la Edad Media, sino que se hunde en la historia precristiana-, a día de hoy, existen alternativas mucho menos dañinas para la Naturaleza. Y aunque estén hechas de plástico, en este caso, son más sostenibles y duraderas.

El musgo usa un lenguaje: sus beneficios

Si el acebo mantiene la humedad de suelo y protege a muchos invertebrados, el musgo por su parte hace lo mismo, pero además filtra nitrógeno del aire hacia el suelo y como retienen hasta 20 veces su peso en agua, albergan en las pequeñas burbujas de su interior colonias de cianobacterias, que entre otras cosas producen oxígeno.

Pero lo más alucinante es que el musgo usa un lenguaje para comunicarse, como ha revelado un estudio reciente, recogido por Sync y liderado por Ana María Yáñez-Serrano, investigadora asociada del CREAF y del IDAEA-CSIC. Las conclusiones de esta investigadora sugieren que este lenguaje químico que emplea estas plantas briófitas podría incluso ayudarles a sobrevivir y adaptarse al cambio climático.

Demostrado está que el musgo emite compuestos orgánicos volátiles (COV) y se sabe que estas moléculas permiten a muchas plantas, consideradas más revolucionadas, «comunicarse» entre ellas y con los ecosistemas que las rodean. Falta ahora por conocerse algunas de las funciones de estas emisiones químicas y qué impactos tienen.

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Se especula que estos mecanismos químicos podrían activar la maduración para crecer. Sin embargo, también se cree que podrían ser utilizados por el musgo para coordinarse con otras especies de cara a enfrentar desafíos como el calor, la sequía, la competencia por la luz o a los depredadores.

El isopreno es un compuesto volátil que está en el punto de mira de las investigaciones sobre el lenguaje del musgo, ya que su acción en otras plantas está tan documentada que se asimila su efecto con el de una hormona. Este hidrocarburo de origen natural desencadena una reacción para defenderse del estrés térmico en cuestión de minutos.

De hecho, la investigación de Yáñez-Serrano acredita que las emisiones de isopreno y otros compuestos volátiles de los musgos se incrementan cuando suben las temperaturas. ¿Será este un mecnismo de protección de las plantas frente al calor excesivo y de la desecación?

Según afirma esta científica a Sync, en zonas boreales y tropicales, donde estas plantas cubren vastas áreas de suelo, sus emisiones volátiles pueden influir en la química atmosférica, ya que estos compuestos son precursores de aerosoles que afectan a la radiación y a la formación de nubes.

Así que antes de volver a recoger, inocentemente, una capa de musgo para adornar tu belén en Navidad, recuerda que estás incurriendo en una posible conducta sancionable. Porque estás arrasando con una auténtica isla de sostenbibilidad, como recoge la última modificación de la Política Agraria Común. Y quizá no lo oigas, pero a lo mejor también estás causando un grito en forma de emisión química que pide auxilio.

En todo caso: ¿Qué tenemos que saber cuando vamos a coger musgo?

  1. El límite de recolección por persona es de 4 metros cuadrados: si así fuera deberías aportar autorización del propietario del terreno o comprobantes de los productos
  2. No se puede recoger en zonas con figura de protección medioambiental
  3. No se puede recoger musgo en fuentes o donde el musgo esté en contacto con agua
  4. No se puede recoger musgo en terrenos forestales que hayan sufrido un incendio en los últimos 10 años
  5. Se pueden recoger superficies continuas superiores al metro cuadrado
  6. No se tiene que arrancar el sustrato, con un máximo de 3 cm de profundidad, y hay que utilizar herramientas adecuadas que no causen daños
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