España es el quinto país con más patrimonio de la humanidad, con 50 bienes inscritos en la lista. Sin embargo, el estado de estos monumentos puede correr peligro debido al cambio climático, según el Instituto Geológico y Minero de España. Así, esta entidad pretende establecer un sistema de alerta y conservación del patrimonio artístico español.
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Las situaciones extremas de clima que está provocando el cambio climático no sólo afectan a los ecosistemas. También tienen un gran impacto sobre el patrimonio histórico y artístico del país. Una gran parte del patrimonio histórico y artístico español ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El proyecto RESCUhE del IGME, en marcha desde 2021, pretende proteger estos bienes. Se dedica a analizar la vulnerabilidad de estas construcciones y la evolución que pueden tener en el futuro.
Para medir el efecto del clima sobre el patrimonio, la Universidad de Valladolid ha analizado diferentes parámetros de series climatológicas. Estas provienen de 60 estaciones meteorológicas de todo el país. Así, se han creado modelos numéricos que contemplan potenciales escenarios climáticos futuros. La parte del impacto en el patrimonio es más difícil de medir, porque la erosión debe comprobarse en el lugar donde se encuentra el monumento y suele ser menor de 1 milímetro al año.
De este modo, para obtener datos precisos, se han instalado seis estaciones de exposición directa, dentro de las cuales se han colocado rocas orientadas en distintas direcciones. Utilizando una tecnología innovadora basada en un micro-TAC, miden el impacto de la exposición después de un año.
Así, con este proyecto se mide la durabilidad de los materiales de estas estructuras. Para ello, hay que tener en cuenta las cambiantes condiciones climáticas y los temporales que causan. Estos temporales son cada vez más frecuentes debido al cambio climático, y amenazan la integridad del patrimonio artístico del país. Además, debido a la dirección de la que pueden venir las borrascas, unas zonas del país podrán verse más afectadas que otras.
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Circunstancias climáticas que pueden influir
Algunos ejemplos de circunstancias climáticas que pueden afectar al patrimonio:
- Las heladas. En general, el riesgo por heladas tiende a disminuir en nuestro país, pero todavía están en aumento en áreas como León, Granada o Pamplona. Concretamente, son zonas muy importantes con respecto al Patrimonio de la Humanidad. El hielo puede generar una crioclastia o “efecto cuña”, que puede causar grietas en las rocas de los monumentos. Esto puede causar la degradación de las fachadas de monumentos antiguos.
- Las oscilaciones de temperaturas. De por sí, las altas temperaturas pueden constituir un riesgo, que se acentúa cuando las diferencias diarias entre temperatura máxima y mínima son de más de 20ºC. El impacto puede ser todavía mayor si las estructuras utilizan metal, o si contienen sales en su sistema poroso. Aquí, están en peligro ciudades como Sevilla, Cuenca o Salamanca.
- Las lluvias torrenciales y el viento. Estas lluvias cada vez son más intensas y frecuentes, debido al calentamiento global. Debe tenerse en cuenta la erosión que puede derivarse de estos temporales, que degradan el patrimonio artístico e histórico. El riesgo de estas condiciones extremas es mayor en el área sureste árida de nuestro país (Almería, Alicante, Murcia), pero disminuye en las zonas mediterráneas.
Como vemos, el cambio climático representa una amenaza significativa para los monumentos históricos que forman parte del Patrimonio de la Humanidad. Las variaciones en el clima, los cambios en los patrones de precipitación y las heladas están acelerando la degradación de materiales constructivos. Para mitigar estos impactos, es necesario implementar estrategias adaptativas que consideren las proyecciones climáticas y promuevan la conservación de estos sitios.