Hay muchas cuestiones por las que la sociedad actual puede considerarse única en la historia. Una de ellas es su capacidad para generar basura en tal cantidad que el sistema actual podría ser considerado una economía del desperdicio si dentro de 5.000 años fuera examinado por el sustrato de materiales que dejamos en el suelo.
Y no solo en el suelo porque gran cantidad de los plásticos, por ejemplo, que generamos son tan pequeños que se integran en el mar y pasan a la cadena alimentaria. Puede conseguirse, pero es muy difícil llegar a no desechar una considerable cantidad de plásticos, cartones y químicos cada día.
Parte de los residuos urbanos de Europa acaban en África
Además, resulta duro afirmarlo, pero respecto al reciclaje, suele terminar aplicándose los más simples criterios económicos de hace un siglo, lo cual lleva a que cantidades gigantescas de basura no sean revalorizadas en sus países de origen. Simplemente, mandarlas en un barco a un país de África es más barato que su tratamiento.
Al ser enviada a estados en vías de desarrollo donde su procesado es ineficaz o inexistente, el problema de la basura del primer mundo también se ha globalizado y desde luego que no es un tipo de exportación que interese a los receptores. A continuación, puedes ver una lista de los mayores países exportadores de basura en la Unión Europea en 2019.
Más infografías en Statista
España aparece, pero muy abajo. Territorios de los que todo el mundo afirmaría que son ejemplares medioambientalmente hablando podrían sonrojarse de estar tan arriba. Lo cierto es que en Países Bajos las barcazas cruzando los canales llevando residuos son una vista muy frecuente.
Según la OCDE, la producción mundial de plástico se duplicó de 2000 a 2019 y ascendió a 460 millones de toneladas. El plástico, además, representa el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Y ni tan siquiera es necesario hablar de residuos propiamente dichos, porque la economía del desperdicio tiene una cara todavía más oscura: la eliminación de excedentes. En todo el mundo, cada segundo se quema el equivalente a un trailer de ropa a estrenar. Todo el planeta generó en 2020 2.240 millones de toneladas de residuos sólidos.
1,2 kg diarios de basura por cada español
Cada ser humano sobre la Tierra (ya somos 8.000 millones), produce 740 gramos de residuos sólidos al día. Y esta es una tendencia que sube: se espera que para 2050, la producción mundial de basura llegue a las 3.880 millones de toneladas. Por ahora, mientras los países «verdes» no acaben de inundar África de desperdicios, el mayor problema está en los gigantes en rápido desarrollo.
En India, China, México, Irán o Brasil, reside un tercio de la población mundial y el procesado de los residuos tiene tremendas deficiencias. Y no es necesario apuntar a nadie, porque en todas partes está instalada la economía y la cultura del desperdicio. ¿Cuántos pantalones vaqueros tienes en el armario? Ahora tenemos -o acumulamos- de media un 70% más de ropa que hace 15 años.
Si quieres salir de dudas respecto al CO2, aquí puedes medir tu huella personal de carbono.
Mi abuelo siempre tenía una navaja en el bolsillo de la cazadora, una que no tenía punta y le servía para pelar fruta y cortar alguna cosa. Me regaló una igual que todavía conservo, así como la suya. La debió utilizar más de 50 años porque la hoja está desgastada más de un 60% y él habría podido comprarse cualquier navaja que hubiera querido, pero jamás la cambió.
Tampoco era ninguna excepción ese caso, porque antes muchos objetos se usaban durante toda la vida. Quizá no sea necesario forzar para llegar a tal extremo, o sí, y luchar contra el desperdicio para salvar el planeta. Y luego está el plano simbólico, porque si conservas un objeto para toda la vida, este tiene un significado completamente distinto que uno de usar y tirar.
¿Qué clase de relaciones queremos mantener con nuestro entorno? Porque si el vínculo pretende ser sostenible, no hay nada como compensarlo todo en el largo plazo. Ahí, la mejor estrategia es buscar el desperdicio cero desde el principio. Y al final, como siempre, ya compensarás la huella de base que quede, que deberá ser la mínima.
Saber más Qué es la economía circular
Más infografías en Statista
Pero como decíamos arriba, una vida sin basura es posible y en varios lugares de internet puedes encontrar información suficiente para bajar tu nivel de desperdicios drásticamente por lo menos. También es muy interesante el sitio web Zero Waste Europe que intenta dar herramientas a los gestores públicos y privados para introducir la cultura del no desperdicio en sus organizaciones.
En España producimos unos 1,2 kg de basura al día por habitante, si tenemos en cuenta solo la cantidad de residuos se recogen. Cuanto más urbana es una ciudad, y esta parece que lo será cada vez más, también resulta más complejo la gestión sostenible de tantos residuos. La mayoría todavía acaba quemándose, ¿no sería mejor no producir ninguno? Por lo menos, merecerá la pena intentarlo.